Nuestra comarca,
aunque genéricamente se denomina Tierra de Pinares, posee,
sin embargo, una mayor complejidad geográfica y una riqueza paisajística
variada que, a primera vista, puede llegar a ser desconocida para
nuestros visitantes.
Las características
geomorfológicas
vienen determinadas por su posición dentro de la Cuenca del Duero,
por su notable extensión superficial (1.703 Km2) y por la disposición de los diversos materiales
sedimentarios de diferente antigüedad geológica que la componen.
Así, uno de los
paisajes más pintorescos que podremos contemplar es el caracterizado
por la presencia de páramos,
formas de relieve del periodo Terciario que constituyen, de hecho,
el relieve característico de amplias zonas del centro y este de la
cuenca del Duero. En nuestra comarca, en concreto, coincide con todo
el norte y nordeste de la misma, ocupando una amplia franja que va
desde Mata de Cuéllar hasta Cuevas de Provanco, ubicándose en esta
zona otras muchas localidades, como Cuéllar, Olombrada, Laguna de
Contreras o Sacramenia.
Los páramos son cerros
amesetados cuya altitud supera en unos cien metros a la existente en las
amplias vegas que conforman más al sur los ríos Cega y Pirón. Están formados por una superposición de
materiales sedimentarios de diverso grosor y dureza, dispuestos en
capas horizontales. Así, las cuestas están formadas por materiales
blandos (arcillas, margas o yesos), mientras que la culminación está
formada por un espesor variable de caliza, piedra ésta que debido a
su dureza ha
sido empleada secularmente como material de construcción en la
comarca. Este relieve tan solo se ve alterado por el río Duratón
que, proveniente de las Hoces, crea profundos valles. Además,
algunos otros arroyos, tributarios del Cega (Henar, Cerquilla) o del
Duratón (Botijas, Sacramenia) discurren por su superficie.
Las parameras se
ven progresivamente sustituidas hacia el Este por las estribaciones
orientales de la Sierra de Pradales y el Macizo de Sepúlveda,
formadas por grandes espesores de calizas y dolomías cretácicas que son cortadas por el Duratón y sus arroyos tributarios, formando,
a pesar de no gozar de la espectacularidad de las existentes en la
zona de Sepúlveda y Sebúlcor, un
característico paisaje de
hoces y cortados. La amplitud de las aguas remansadas debido a
la presencia, más al norte, del embalse de las Vencías, aumenta la
sensación de grandiosidad. Este es el paisaje que
caracteriza a los términos municipiales de Fuentidueña,
Cobos de Fuentidueña y San Miguel de Bernuy.
El centro y oeste de la comarca está
ocupado por un relieve llano o de suaves ondulaciones caracterizado
por la presencia de
un amplio manto arenoso de origen eólico y fluvial del Cuaternario,
conformando suelos de una escasa aptitud agraria, por lo que el
aprovechamiento más común, al menos desde la Edad Media, ha sido el
forestal. En efecto, una amplia masa pinariega compuesta de especies
como el pino resinero (Pinus pinaster) o el pino piñonero (Pinus
pinea), cubren estos terrenos, otorgando así su nombre a la
comarca: la Tierra de Pinares. Por ella discurren los ríos Cega
y Pirón así como una serie de afluentes de ambos, como el Cerquilla,
Malucas, Marieles, Ternillo o Sierpe.
A veces, en zonas puntuales de este amplio "Mar de Pinares" surgen
algunas áreas donde ha evolucionado la agricultura de regadío
gracias al aprovechamiento de los ricos acuíferos localizados en el
manto arenoso, como es el caso de la zona del Carracillo. También
hacen acto de presencia, fruto de la deficiente filtración,
numerosas lagunas y humedales (especialmente entre Lastras de
Cuéllar y Cantalejo) de gran valor ornitológico. Incluso en la zona
sur de este relieve pinariego de escasa pendiente surgen destacadas
elevaciones, como es el caso del macizo paleozoico de
Bernardos-Carbonero, el cual, partiendo de la campiña segoviana, se
prolonga en dirección NE hasta Navalmanzano, Fuentepelayo y Zarzuela
del Pinar, teniendo como cima más destacada en nuestra comarca el
Alto de San Cebrián, vértice geodésico que ofrece hacia
el norte una bella vista panorámica de la Tierra de Pinares.
En la
parte
sur de nuestra comarca, que tiene como límite físico el río Pirón,
sobre todo a partir de Carbonero el Mayor, va desapareciendo
progresivamente el pinar, y se abre paso la campiña
segoviana.
Finalmente, en la zona suroriental, en torno a Aldeasaz y
La Cuesta (término municipal de Turégano), ya aparece el relieve en
cuesta, característico del piedemonte calizo de la Cordillera Central.
En definitiva, tal
como hemos podido comprobar, existe una gran variedad paisajística y
orográfica en la Tierra de Pinares segoviana, fruto de su amplia
extensión, que no hace sino enriquecer y dar más valor al patrimonio
natural de esta comarca.
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Pinares en Chañe
Relieve de páramos en Vallelado,
con los pinares al fondo
Vista de Cuevas de
Provanco, enclavado en la ladera de un páramo
Cuesta de páramo en Mata de Cuéllar
Hoces
septentrionales del Duratón
Hoces Septentrionales del Duratón
Piedemonte serrano
en La Cuesta (Turégano) |